Recientemente se han instalado unas nuevas señales en el cruce de la M-600, a la entrada de la urbanización Puentelasierra. Estas luminosas y llamativas señales avisan del cruce prohibiendo exceder la velocidad de 70 km/h.
La paradoja es que la señal anterior, en la dirección de Villanueva de la Cañada hacia El Escorial, es de 60 Km/h. Misma velocidad a la que está limitado el cruce de la entrada al casco urbano de Valdemorillo.
Frente a Puentelasierra existe una parada de autobús con marquesina en un lado de la carretera donde no hay nada, con el único fin de recoger viajeros en dirección a Madrid o dejar los que vienen de Valdemorillo, Navalagamella o puntos anteriores.
Es increíble que estos usuarios solo pueden acceder a la misma cruzando la carretera, con un ancho de tres carriles, sin la existencia de ningún paso de peatones, ni subterráneo, ni elevado, ni siquiera señalizado. Con el agravante de estar situado entre dos curvas de baja visibilidad.
Más increíble es que recientemente falleciera Abderaman Mohudiane, y ninguna autoridad haya hecho nada, salvo “aumentar la velocidad” en ese tramo (de 60 a 70), y poner unas señales con intermitencias. Abderaman fue atropellado en este punto en Marzo, y murió en Agosto de las lesiones producidas en el accidente, tras estar cuatro meses en coma. De nuevo queremos transmitir nuestro más sentido pésame a sus familiares y amigos.
A este problema hay que darle una solución. ¿Cuál es el precio para evitar más muertes en este punto de la carretera? ¿Cuál es el precio para que los vecinos de Valdemorillo y los usuarios del transporte público se dejen de jugar la vida diariamente?
Es necesaria la instalación de un paso peatonal soterrado o elevado, aunque de forma transitoria y urgente se pueden tomar otras medidas.
Se debería solicitar al Consorcio de Transportes que cambie la parada al otro lado de la M-600 (nos consta que esta solución es viable), de forma que el autobús entre y salga a la urbanización en ese punto, dando la vuelta delante de la garita de vigilancia. De esta forma los usuarios de esas urbanizaciones podrían coger el autobús sin necesidad de cruzar la carretera, y jugarse la vida.
No parece tan descabellada esta propuesta ya que se han cambiado las rutas de los autobuses desde las calles San Juan y la Nava, al camino de Robledo de Chavela y calle de las Eras Cerradas (según el estado de las obras y los días de la semana), para mareo o disfrute de los empleados de dicho consorcio, los conductores de estos grandes vehículos, y los vecinos. Esta maniobra no perjudicaría más de un minuto en el recorrido de la línea, y evitaría los riesgos innecesarios y mortales que actualmente sufren los peatones en ese punto.
